Hace un par de semana fuimos a la explosión de Adolf Loos, espacios privados en el Museu de disseny de Barcelona. Recordé mis primeras clases de historia en la faculta de arquitectura, cuando solo conocía a 4 arquitectos… Recordé historias que ya me habían contado en la facultad, pero que en la visita me volvieron a recordar, y realmente, se hace muy diferente, que te cuenten historias de arquitectos cuando eres estudiantes que cuando ya eres arquitecto con una serie de experiencia.
¿Que concepto tenia Adolf Loos?
Adolf Loos, tenía como concepto que las cosas realmente importantes eran los espacio interiores, allí donde se iba a habitar, y que la fachada era el resultado del interior, solo el envoltorio de un regalo, que no servía para mucho, solo de imagen … el concebía el espacio de dentro para fuera, y no le daba mucha importancia a la fachada. Realmente es cierto, si, en una parte. Creo que es muy importante, incluso yo lo hago, de diseñar el espacio primero en planta, concebir los espacios, los requisitos del cliente, su día a día y luego pensar en la fachada, pero no creo que la fachada se deba de dejar en un segundo lugar, aunque también creo que para los clientes no es del todo importante.
En un regalo, si el envolvente es bonito y está cuidado y hecho con mimo, sabes que lo que va a ver dentro lo será más, hace que el regalo en si sea más valioso, porque sabes que la persona que te lo ha regalado ha puesto todo su esmero y lo ha hecho pensando en ti, en cambio, cuando ves un envoltorio despreocupado, piensas que esa persona, te está dando ese regalo sin ninguna ilusión, que no ha puesto ganas, en que no todo es perfecto. Ahí está en que, creo que una cosa debe compaginarse perfectamente con la otra. Si un elemento es bello, tiene que ser tanto por fuera como por dentro, sin dejar de descuidar ninguna de las dos partes, ya que estas dos partes forman todo un uno. De allí, que esté de acuerdo en Adolf Loos en algunas de las cosas, porque con algo me siento identificada, pero por otras no. Es la diferencia de cuando ya eres arquitecto o estudiante, que ahora puedes tener tus propias justificaciones, cosa que cuando eres estudiante crees que todo lo que te dicen, vale.